Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha retirado de servicio los tres autobuses híbridos biarticulados debido a problemas de fiabilidad y a un elevado consumo de combustible. A pesar de la inversión de 800.000 euros por cada unidad en 2013, la operadora ha afirmado que los vehículos ya están amortizados.
Desde el principio, estos autobuses presentaron inconvenientes técnicos. Dos días después de su puesta en servicio, uno de los vehículos experimentó una avería, atribuida por la compañía a los sofisticados sistemas de seguridad que activaron el frenado ante la primera anomalía. Los técnicos tuvieron que ajustar estos sistemas a los parámetros de conducción regulares para solucionar el problema.
En el marco de su proceso de transformación hacia la movilidad sostenible, TMB ha destacado que está reemplazando vehículos con mayores emisiones por otros más ecológicos. Los autobuses híbridos biarticulados, con una longitud de 24 metros, operaban principalmente en la línea H12.