Licitado el carril bus de entrada a Barcelona por la Diagonal

Los trayectos en bus se podrán acortar hasta 15 minutos y la opción de ir a trabajar en este transporte público se vuelve más efectiva

Uno de los escollos de la movilidad interurbana para reducir la contaminación en Barcelona es la velocidad comercial de los autobuses de línea que conecten la capital con comarcas adyacentes. La Generalitat inicia ahora la licitación de una de las obras más reivindicadas por la ciudad y por los expertos en movilidad sostenible: un carril exclusivo para buzos en la entrada de la Diagonal.

En ese tramo circulan más de 100.000 vehículos diarios, por lo que las retenciones son habituales. La utilizan unas 600 expediciones diarias de autobuses, que actualmente queden ralentizadas por la congestión en las horas punta. Si no se hace pegamento entre coches y motos, los trayectos en bus se pueden llegar a escortar hasta 15 minutos y la opción de ir a trabajar en este transporte público mejora su competitividad.

El Departamento de la Vicepresidencia y Políticas Digitales y Territorio saca a licitación unos trabajos por valor de 19,2 millones de euros, que se financian a través de los fondos europeos Next Generation. Es una de las inversiones que pactarán la Generalitat y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que es quien recibe y adjudica los fondos, en la última reunión bilateral de infraestructuras. Una vez finalizada la obra, la B-23 es traspasaria a Cataluña.

El proyecto se basa en la creación de un carril de 7 kilómetros, de uso exclusivo y con una anchura de 3,5 metros, entre el inicio de la Diagonal y la conexión de la B-23 y la A2 a Sant Feliu de Llobregat. No comporta suprimir ninguno de los carriles ahora existentes, entre 2 y 3 en sentido norte, según el tramo, porque ocupará parte de la media y de los arcenes. Quedará situado a la izquierda de la calzada, separado por señalización horizontal y con la posibilidad permanente de entrar y salir de ella.

Listo para 2024

La duración estimada de las obras es de 21 meses, por lo que terminarían en 2024.

Los buses interurbanos que entren en la ciudad por ahí mueven a unos 4 millones de pasajeros cada año, según calcula la Generalitat. Los que vienen del Baix Llobregat, Anoia, Bages y Vallès son los que podrían reducir un cuarto de hora el tiempo de desplazamiento.

Según el departamento, es una de las acciones que pretende conseguir otros 360 millones de desplazamientos al año en transporte público en 10 años.